domingo, 10 de julio de 2016

7 N y 8 y 9…


Entre la tristeza y la furia, así nos movemos quienes cada día luchamos por la igualdad. Ese término tan mal entendido, tan viciado por el desconocimiento y que abarca tantas cosas. Entre ellas, el sufrimiento, el sentimiento de abandono, de no pintar nada, de gritar al viento sin que nadie te escuche. ¿Cuántas asesinadas van este año? ¿Cuántas mujeres  más tienen que ser asesinadas por sus maltratadores machistas para que en este país, de una vez, haya un pacto de estado contra la violencia de género?

El #7N será recordado como un día más de los muchos en los que las mujeres y hombres de este país que sí tomamos conciencia de este gravísimo problema, nos unimos para gritar basta. Y es que, señores: perdón, pero nos están matando.

 Luego llegará el día 8, y el 9... Y todo volverá a su cauce. Las noticias sobre mujeres que tienen la manía de fallecer solas cuando sus parejas las asesinan o perfumarse con gasolina mientras sus maridos las quieren quemar vivas, ocuparán las últimas páginas de los diarios, los sitios pequeños al lado de las ofertas del supermercado o simplemente ni se mencionarán. Esto va por modas. La moda anticultural y anestesiante que en este país parece que impera ante un problema de toda la sociedad,  que cada año mata a decenas de mujeres y que importa lo poco que ocupa el espacio que nos dejan.

El lema de la manifestación, Contra las Violencias Machistas, nos recuerda muy bien la cantidad de formas que tiene el maltrato hacia las mujeres. Los asesinatos son la punta del iceberg. Vivimos en una sociedad que tolera la desigualdad, que resta credibilidad y autoridad a las mujeres. El machismo nos desvaloriza y nos falta al respeto de nuestras decisiones. Y ojo, igualmente, estas agresiones son inseparables de las que sufren las personas que no responden a la masculinidad hegemónica.

Violencia machista es recortar en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Violencia machista es limitar el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en mujeres de 16 y 17 años. Violencia es recortar en los recursos que se destinan a políticas públicas especializadas contra la violencia machista.

Por todas, ¡basta ya!, ¡nos queremos vivas!

La Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas de Asturias, apoya al Movimiento Feminista y la marcha estatal 7N, Contra las violencias machistas.




Blanca Esther Aranda Rilo, Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas de Asturias.

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